martes, 30 de mayo de 2017

Producción de alumnos acerca del 80 aniversario del bombardeo de Gernika

A raíz de las ideas que planteé en la entrada anterior, acerca del Revisionismo Histórico, y porque se cumplía 80 aniversario del bombadeo de Genika, pensé que sería un excelente tema para el examen, así que se lo propuse a mis alumnos de nivel IV.
Sigue la propuesta de redacción y lo que solicitaba para evaluarles con relación al desarrollo lingüístico:

A continuación te ponemos un fragmento del programa "Misterio de la Historia", dedicado a Guernica. 

 Trata de narrarlo - usa el pasado -, mientras lo hagas:

  • supón las razones que les llevan a los actores del proceso histórico a hacer lo que hacen, es decir, lo que piensan acerca de sus actos y de la vida de la población y de las circunstancias;

  • supón qué piensan los que siguen creyendo que no se trató de un crimen de guerra;

  • Según el historiador la actualidad del lienzo de Picasso reside en que se sigue bombardeando a civiles desde el aire, hay muchos "Francos" y situaciones de igual peligro para la sociedad civil en todo el mundo. Así que, trata de escribir al final de tu redacción - párrafo final -, un manual de supervivencia a situaciones similares a ésta. Para ello utiliza las varias formas de órdenes y mandos;
  • no uses las estructuras creer que, pensar que, me parece que.

No te olvides de ponerle un título

Tu redacción deberá tener como mínimo cuatro párrafos.

 

He aquí dos redacciones/ resultados:

 

I- Cuando a uno le da igual la vida de miles

En 1937  España pasaba por una guerra civil, es decir, los civiles resistían al avance del ejército facista. De un lado, un ejército con armas, tanques y aviones. De otro, civiles que improvisaban en la lucha por la libertad. El bombardeo al pequeño pueblo vasco de Guernica, que no representaba un objetivo estratégico, fue la máxima expresión del horror en esta guerra. Franco contaba con el apoyo de los gobiernos fascistas, o sea, Alemania e Italia. Esa alianza tenía como objetivo la ampliación de la máquina de guerra autoritaria que iba a llegar a su ápice en la segunda guerra mundial. Para cumplir sus objetivos belicistas, los alemanes e italianos trataron el bombardeo como un test militar, les daba igual la vida de miles personas inocentes. Mientras tanto, Franco veía el episodio como un castigo ejemplar además de contribuir para su persecución contra las comunidades autónomas de España.

Por supuesto los actores de la atrocidad la negaron presentando la versión por la cual los civiles habían se incendiado a sí mismos. Todavía hay quien sigue creyendo que no se trató de un crimen de guerra. Es probable que no se trate de falta de acceso a la información. La posición seguramente tomada por aquellos que no sufrieron tanto en la guerra civil como en la dictadura, muestra la estrechez de la percepción de colectividad.

Ese fenómeno no es exclusivo de España ya que en Brasil, por ejemplo, muchos siguen pidiendo por intervención militar. Es posible que la ignorancia en historia influya en la percepción de esas personas. No es al acaso que la dictadura rápidamente cambia toda la enseñanza. Pensamientos críticos son vistos como crímenes justificados por el peligro que carga determinada ideología. Sin embargo, el humanismo y la valoración de la vida no tienen ideología, deberían ser banderas de todos partidos que se digan democráticos.

Por todos los rincones del mundo, se ve el avance del odio, sea por motivos religiosos, económicos o políticos. Desde Trump hasta el ISIS, las amenazas y el peligro se hacen cada día más presentes todavía. Hay que prepararse para esos momentos. En primer lugar, no es vital que uno no se ponga en desespero, que busque estar cuerdo ante cualquier ataque, sea ideológico, sea armado. Después de que el horror pase, ¡a procurar no solo a la familia y amigos, sino asimismo valores como la humanidad y la colectividad!

Y más, ¡a luchar contra el autoritarismo, hoy y siempre!. Cuando a uno le da igual la vida de miles, la libertad es la primera a morirse. 

 

II  - Guernica: Por qué morir

 La mente a veces necesita luz. No la luz de dios, o la luz física de las máquinas de resonancia magnética, sino la luz del pensamiento crítico. Y en tiempos de guerra, la oscuridad de los hechos de los involucrados refleja la oscuridad de sus mentes, es decir, la falta de la ponderación moral. Hombres se convierten en soldados. Hombres que ayer eran buenas personas - padres, maridos, hermanos -, y que hoy se han convertido en monstruos, capaces de apagar las vidas de seres que, anatómicamente, son iguales a ellos. 

Y preguntar qué pensaban ellos mientras hacían lo que hacían es una trampa filosófica. La verdad es que ellos no pensaban.
 Sin embargo, sus superiores lo hacían. Es posible que no empleasen el pensamiento crítico en su forma más pura, sino que más bien racionalizaran el odio que carregaban. Y en Guernica, el 26 de Abril de 1937, después de 10 meses de guerra, muchas luces fueron apagadas. Mientras los habitantes de la pequeña ciudad se aprovisionaban en el mercado para sobrevivir a las tropas fascistas que se acercaban, aviones italianos y alemanes bombardearon la región. Además, cazas ametrallaron la población, y más tarde, todavía MÁS aviones bombardearon la villa, y con más violencia aún que antes.

 Un crimen de esta proporción no solamente es chocante, sino que también un reflejo fascinante de la capacidad de la mente humana de simplemente cubrirse totalmente de oscuridad mientras hace lo que hace. Los que siguen, hasta hoy, planteando que eso no fue lo que de hecho fue, de cierto, viven sus vidas infectados por el mismo cáncer mental, que no deja la mente llenarse de luz y moralidad.

 Finalmente, a los que todavía siguen viviendo bajo la amenaza de muerte, que saben que cada nuevo suspiro es una nueva victoria, solo tengo un consejo: no se queden satisfechos. Nunca lo hagan. Sobrevivir no es lo mismo que vivir, y la sobrevivencia no es suficiente. Ni para uno y ni para sus hijos e hijas. La confortable sumisión al miedo de morir, aunque sea fácil y permita, a veces, el encuentro de pequeños y triviales placeres, no es la actitud que maximiza el significado y libertad de sus vidas, y ni de sus descendientes. Así que, escondan a sus hijos cuando los enemigos los estén buscando; bajen las cabezas en subordinación a los facistas solamente para engañarlos, y no paren de soñar.
Al fin y al cabo; ¿por qué vale la pena morir, si no por la propia vida?